Si crees que basta con masticar para “aprovecharlo todo”, este post es para ti: cómo extraer nutrientes de almendras y semillas no va de comer más, sino de liberar lo que hoy se te escapa. La realidad es dura: una parte de las grasas, proteínas y micronutrientes queda atrapada dentro de células que no rompes solo con los dientes. ¿El resultado? Nutrientes que pasan de largo… y dinero desperdiciado.
Sé que estas escenas te suenan: preparas leche de almendras casera y, aunque la licúas “bien”, aparece arenilla, notas pesadez o ves cómo se separa en minutos; te comes un mix de semillas “saludable”, pero a la media hora estás igual de hambriento; subes la dosis “para ver si ahora sí pega” en piel, energía o control de antojos, y nada; y, para colmo, terminas tirando pulpas que siguen cargadas de valor porque no lograste liberar su contenido.
La necesidad real no es sumar cucharadas, sino romper la matriz de las semillas con baja fricción y sin calentar, para obtener una textura fina, estable y fácil de absorber. En las siguientes secciones te muestro cómo pasar de bebidas arenosas y poca saciedad a extracciones limpias que exprimen aceites, proteínas y micronutrientes—y, de paso, a dejar de tirar nutrientes a la basura.
Esto no es solo intuición: en un estudio de masticación de almendras se observó que gran parte de las células permanecen intactas tras masticar, quedando los lípidos encapsulados y con baja bioaccesibilidad. (pmc.ncbi.nlm.nih.gov)
El problema oculto: por qué masticar deja nutrientes “encerrados”
Seguro te suena: “si mastico bien, ya está”. Ojalá. En la práctica, muchas grasas, proteínas y micronutrientes quedan atrapados dentro de células que no se rompen del todo al masticar. ¿El resultado? Nutrientes que pasan de largo… y dinero desperdiciado. Cuando yo empecé a preparar mezclas de frutos secos, notaba lo mismo que me cuentas: leche de almendras casera “licuada” con arenilla, pesadez y separación rápida. Luego comía un mix de semillas “a palo seco” y la saciedad era floja, lo que me empujaba a picar de más.
La explicación corta es la microestructura: la pared celular de la almendra o semilla es resistente; si no se rompe de manera fina y sin calentar, la liberación de aceites (energía, vitamina E) y minerales (magnesio, zinc) es limitada. Aquí entra en juego el tipo de proceso: remojo/activación, germinación, licuado, molienda y prensado en frío. La necesidad real no es “comer más”, sino extraer mejor: romper la estructura con baja fricción y sin calentar, para obtener una textura fina, estable y fácil de absorber. Desde que reorganicé mi rutina con ese enfoque, empecé a notar mejor digestión, más saciedad y bebidas limpias, sin arenilla.
Activar para absorber más: activar almendras y cómo activar semillas (tiempos, enjuague y secado)
La activación (remojo + enjuague + secado) reduce antinutrientes como el ácido fítico y ablanda la matriz, facilitando la extracción posterior. Para activar almendras, uso 6–12 horas de remojo en agua filtrada con una pizca de sal (ayuda a eluir compuestos no deseados), cambio el agua a mitad de tiempo, enjuago y seco hasta que queden crujientes (horno muy bajo o deshidratador). Con semillas (girasol, calabaza, sésamo, chía/linaza), adapto tiempos: las grandes (calabaza, girasol) aguantan 6–8 h; sésamo 4–6 h; chía/linaza mejor hidratarlas para mucílago, no “remojo clásico”.
Tip de experiencia: cuando activé y sequé bien, mi mezcla dejó de “caer pesada” y rindió más en recetas saladas y dulces.
Remojo 6–12 h: sal, cambios de agua y secado seguro
- Agua filtrada + pizca de sal.
- Cambia el agua a mitad de tiempo si ves turbidez.
- Seca a < 65 °C o en deshidratador para preservar sabor y evitar rancidez.
Germinación 12–24 h: cuándo merece la pena
Para semillas como girasol o almendra pelada, una germinación corta puede aumentar enzimas y suavizar. Si voy a hacer leche o crema, germino poco: el objetivo no es brotar mucho, sino reblandecer y activar.
Remojar, germinar, licuar o prensar en frío: qué método libera más nutrientes
Aquí está el dilema práctico. Remojar/activar prepara el terreno; germinar potencia enzimas; licuar/molino rompe con fricción; prensar en frío libera aceites y micronutrientes con mínimo calor y partícula fina, lo que mejoró la saciedad en mi día a día.
Matriz celular y “liberación” de aceites y proteínas
Cuanto más fina la ruptura celular, mejor la biodisponibilidad. Pero la fricción alta de algunas licuadoras calienta y oxida: ahí perdemos calidad.
Licuadora vs molino vs prensa en frío: fricción, calor y estabilidad
- Licuadora: rápida, pero puede calentar; a menudo deja arenilla y emulsión inestable (se separa).
- Molino: granulado controlable, útil para pastas; depende del tamiz/filtrado.
- Prensa de extracción en frío: consigue partícula muy fina y mínima oxidación. Desde que empecé a usar una prensa (te cuento abajo la Nutrex Press de Rena Ware), mis bebidas dejaron de separarse tan rápido y la textura quedó cremosa sin azúcar.
Caso práctico: leche de almendras casera sin azúcar (textura fina, sin arenilla y que no se separa)
Quería leche de almendras casera sin azúcar que no se separe y sin sensación arenosa. Lo que me funcionó:
Proporciones, tiempo de extracción y filtrado fino
- Activar almendras: 8–12 h + enjuague + secado rápido hasta tibias y crujientes.
- Hidratación previa: 1 parte de almendra por 3–4 de agua fría; dejo 15–30 min para que la fibra se hidrate bien.
- Extracción: con prensa en frío obtengo una emulsión fina. Con licuadora, hago pulsos cortos para evitar calentamiento y filtro con malla muy fina o bolsa doble.
- Ajuste: si la quiero más cremosa, reduzco agua a 1:2,5.
Estabilizar la emulsión sin azúcar: sal y temperatura del agua
- Pizca de sal: realza sabor y ayuda a “apretar” la emulsión.
- Agua fría: menos separación posterior.
- Agitación suave antes de servir, no hace falta azúcar para cuerpo.
Mi experiencia: al pasar de licuado “a lo bruto” a extracción en frío, desapareció la arenilla y la bebida ya no se separa como antes. Además, noté más saciedad a media mañana.
Cómo evitar tirar la pulpa: ideas para aprovecharla sin perder valor
Otra escena conocida: preparas recetas “saludables” y tiras pulpas con nutrientes sin liberar. Para mí, la clave fue re-extracción inteligente y aprovechamiento creativo:
- Re-extracción corta: añade un poco de agua y pasa de nuevo por prensa o malla.
- Crackers salados: mezcla pulpa con semillas activadas, hierbas y aceite; hornea bajo.
- Cremas untable: integra con tahini o mantequilla de maní, sal y limón.
- Repostería: sustituye parte de la harina por pulpa seca (controla la humedad).
- Granola “activa”: seca la pulpa y mézclala con copos, especias y frutos secos.
Desde que hago esto, aprovecho el 100 % y no siento que mi “comida saludable” termine en la basura.
Errores comunes que arruinan la extracción (y cómo corregirlos)
- No activar: más arenilla, menos absorción → soluciona con remojo y secado.
- Sobrecalentar en licuado: emulsión inestable → trabaja en pulsos cortos o usa prensa en frío.
- Filtrado grueso: partículas pasan → usa bolsa doble o malla de 200–400 micras.
- Agua caliente: acelera la separación → mantén frío/ambiente.
- Guardar sin agitar: siempre agita suave antes de servir.
- No medir proporciones: anota tu ratio ideal; así repites resultados.
Confesión personal: yo cometí todos estos. El gran salto vino al cambiar de licuados largos (calor y arenilla) a extracción en frío y filtrado fino.
¿Para quién es ideal cada método? (deportistas, control de antojos, familias)
- Deportistas: buscan densidad y digestión suave → activación + prensado en frío para máxima liberación de aceites/proteínas sin pesadez.
- Control de antojos/saciedad: textura fina y estable ayuda a llegar a la siguiente comida → leches/prensados con buena emulsión.
- Familias: necesitan consistencia y ahorro → activar grandes tandas, prensar para mejor rendimiento y aprovechar pulpa en snacks.
En mi caso, pasar a bebidas más estables redujo mis antojos entre comidas y me simplificó la rutina de toda la semana.
Solución eficiente en Perú: por qué una prensa de extracción en frío (Nutrex Press, Rena Ware) marca la diferencia

Si tu objetivo es cómo extraer nutrientes de almendras y semillas con la mejor textura y estabilidad, una prensa de extracción en frío hace el trabajo con baja fricción y sin calentar. Yo noté que con Nutrex Press de Rena Ware la arenilla desapareció, la bebida no se separa tan rápido y rinde más (aprovecho incluso la pulpa). Además, la limpieza es simple, lo que facilita usarla a diario.
¿Quieres resultados consistentes en casa? Conoce Nutrex Press de Rena Ware y transforma tus almendras y semillas en bebidas y cremas finitas, estables y sin azúcar añadida.
Preguntas frecuentes
¿Cuánto tiempo remojar almendras y semillas y cómo secarlas?
Almendras 6–12 h; semillas grandes 6–8 h; sésamo 4–6 h. Enjuaga y seca a baja temperatura hasta crujientes.
¿La germinación aumenta la biodisponibilidad?
Suele mejorar enzimas y suavizar la matriz, lo que facilita la extracción posterior.
¿Tostar destruye nutrientes?
El calor alto puede dañar grasas sensibles; si tu prioridad es extraer y preservar, prefiere activación y prensado en frío.
¿Por qué mi leche de almendras se separa?
Partícula gruesa y/o calor en la extracción. Solución: partícula fina, agua fría, pizca de sal y agitación suave.
¿Licuadora o prensa de extracción en frío?
La licuadora es accesible; la prensa en frío ofrece textura más fina, menos oxidación y mejor estabilidad.
Conclusión
Si buscas resultados que se sientan en energía, piel y control de antojos, no se trata de comer más frutos secos y semillas, sino de extraer mejor. Activar almendras, saber cómo activar semillas y usar prensado en frío te da bebidas y cremas finas, estables y sin arenilla, con leche de almendras casera sin azúcar que sí sacia. En mi experiencia, el salto cualitativo llegó cuando dejé de depender del “masticar bien” y pasé a procesos que rompen la matriz sin calentar.




