¿Buscas una comida reconfortante, llena de sabor y fácil de preparar para una cena en familia o una reunión con amigos? Si eres de los que aman cocinar sin pasar horas en la cocina, pero igual quieres lucirte con un plato vibrante y lleno de matices, el arroz con pollo al estilo mediterráneo es una joya que no puede faltar en tu recetario.
Este platillo combina lo mejor de dos mundos: la tradición del clásico arroz con pollo que todos conocemos, y los ingredientes y técnicas mediterráneas que realzan su sabor. Lo mejor es que puedes hacerlo en una sola sartén, como yo suelo hacerlo en mi Rena Ware, sin complicaciones, sin ensuciar mil cosas, y con un resultado que siempre impresiona.
Cómo hacer arroz con pollo al estilo mediterráneo
Aromas cálidos como el ajo, la cebolla, el pimiento y ese toque especial de cúrcuma (que le da ese color amarillo precioso), hacen de esta receta una explosión de sabor. Ideal para esos días agitados donde solo quieres reconectar con lo simple, sabroso y saludable.
Ingredientes clave para un arroz con pollo amarillo sabroso
Uno de los secretos del éxito de esta receta está en su sencillez. No necesitas ingredientes raros ni técnicas complejas. Te cuento lo que yo uso:
- 300 g de arroz
- 300 g de pechuga de pollo cortada en cuadritos
- 1/2 cucharadita de cúrcuma en polvo
- 60 g de cebolla, picada en brunoise
- 2 dientes de ajo triturados
- 1/2 pimiento rojo y 1/2 verde, ambos en brunoise
- Aceite de oliva
- Caldo de pollo
- Sal y pimienta al gusto
- Y aquí viene un toque opcional pero fabuloso: pisco, jerez o brandy, según tu gusto o lo que tengas a mano.
La cúrcuma no solo aporta color al arroz con pollo amarillo, sino que además tiene propiedades antiinflamatorias y un sabor suave y terroso que combina de maravilla con los vegetales y el pollo.
Este plato admite versiones y variantes. Puedes cambiar los pimientos por aceitunas negras o verdes, añadirle alcaparras, un poco de romero fresco o incluso unas pasas para un toque dulce-salado muy mediterráneo.
Preparación paso a paso en la sartén Rena Ware
Ahora sí, manos a la obra. Yo preparo esta receta en mi sartén Rena Ware, que distribuye el calor de manera uniforme y ayuda a que el arroz se cocine parejo y quede suelto.
- Calienta la sartén y agrega 2 cucharadas de aceite de oliva.
- Sella el pollo hasta que tome un color dorado. Retíralo o déjalo a un lado dentro de la sartén.
- Haz un espacio en el centro, añade 1 cda más de aceite d oliva y sofríe el ajo, la cebolla y los pimientos hasta que estén suaves y aromáticos.
- Desglasa con caldo de pollo, y añade suficiente hasta cubrir todo.
- Incorpora la cúrcuma y ajusta la sal (aquí es clave: déjalo ligeramente salado porque el arroz lo va a equilibrar).
- Cuando hierva, agrega el arroz. Yo suelo hacer la técnica de la cruz del arroz.
- Ajusta el nivel de líquido hasta que sobresalga un dedo por encima del arroz.
- Mezcla suavemente, baja la llama, tapa bien y deja cocinar 20 minutos.
- Apaga el fuego, espolvorea perejil fresco, rocía un poco del licor elegido, tapa de nuevo y deja reposar 5 minutos.
¡Y listo! El arroz estará suelto, el pollo jugoso y los aromas serán tan intensos que todos querrán repetir.
Trucos para un arroz con pollo receta fácil y profesional
Este plato, aunque sencillo, admite algunos trucos que lo pueden elevar a un nivel profesional:
- Caldo casero: si puedes, usa caldo hecho en casa. Le da un sabor mucho más profundo al arroz con pollo.
- No remuevas demasiado el arroz una vez añadido. Esto asegura que quede suelto, no pastoso.
- Elige arroz de grano largo o medio, ideal para absorber el sabor sin apelmazarse.
- Juega con hierbas frescas, como el perejil, el tomillo o incluso menta para un giro inesperado.
- El reposo final es sagrado. Nunca sirvas directo del fuego. Cinco minutos tapado hacen la diferencia.
Y si estás usando una sartén como la Rena Ware, no solo ahorras tiempo, sino que cocinas más sano, ya que no necesitas excesos de aceite ni grasa.
Variantes mediterráneas: adaptando sabores y bebidas
¿Quieres darle personalidad a tu arroz con pollo receta? El truco está en incorporar ingredientes de tu región o preferencias personales. Aquí algunas ideas:
- En lugar de jerez, yo uso pisco, que tiene un toque seco pero aromático que realza los sabores.
- Agrega aceitunas kalamata o queso feta al final, para una textura más cremosa.
- Incorpora pasas rubias o dátiles picados si te gusta el contraste dulce-salado.
- Para un toque más marroquí, prueba con un poco de ras el hanout o comino.
Y claro, si lo preparas para una ocasión especial, un vino blanco seco o una limonada con hierbabuena es el maridaje ideal.
Consejos finales y presentación del plato
Este plato es perfecto para cualquier ocasión: almuerzo familiar, cena informal o incluso una comida con invitados especiales. La clave está en la presentación y el amor al servirlo.
Yo lo sirvo directo en la mesa, en la misma sartén, con una cucharita de perejil picado por encima, y un chorrito de aceite de oliva extra virgen justo antes de llevarlo. El aroma que desprende es simplemente irresistible.
Recuerda que esta es una receta viva. Puedes hacerla tuya, modificar ingredientes, probar nuevas combinaciones y disfrutar del proceso.