¿Cuánto hay que masticar una almendra?

Las almendras son pequeñas bombas de nutrientes: grasa buena (omega-9), proteína, vitamina E y minerales como magnesio y calcio. El “pero” es que todo eso está protegido por paredes de fibra muy dura. Si dejas trozos grandes, el sistema digestivo no los rompe del todo y parte pasa de largo (sí, sale casi como entró).

En mi caso, lo noté de forma bastante gráfica: cuando hacía “lo típico” (4–6 mordidas y adentro), veía fragmentos intactos después. Desde que mastico con paciencia, el resultado cambia: la almendra libera aceite en la boca y siento más saciedad con la misma ración. La clave no es contar por contar, sino reducir el tamaño de partícula lo suficiente como para que los jugos digestivos y enzimas hagan su trabajo.

Idea clave: cuanto más fina sea la “harina” que generas al masticar, mejor biodisponibilidad de lípidos y micronutrientes. Por eso, lo que buscamos no son trocitos crujientes… sino textura casi cremosa.


¿Cuántas almendras al día y cómo combinarlas?

Un cuenco con almendras. ¿Cuánto hay que masticar una almendra?

Como guía práctica, la porción estándar que recomiendan múltiples fuentes es ≈28–30 g (suele equivaler a 20–25 almendras medianas). Es una cantidad cómoda para snacks o para añadir a yogur, avena o ensaladas. Yo las uso así:

  • Antes de entrenar suave: 10–15 almendras con fruta.
  • Snack de media mañana: 20–25 almendras con agua o infusión.
  • En recetas: picadas finas sobre verduras asadas o trituradas en salsas.

Ojo con los “extra”: mantequilla de almendra, barritas o granolas con azúcar pueden disparar calorías. La ración manda y la textura suma: con masticación buena, me ha pasado que necesito menos cantidad para quedar satisfecho.


La regla 20–30 masticaciones: señales fáciles para saber que ya está

Mi regla práctica que no falla: mastica cada almendra entre 20 y 30 veces, hasta que deje de sonar crujiente y notes que se vuelve una pasta homogénea. No te obsesiones con el número; fíjate en las señales sensoriales:

  • Sonido: pasas de crunch-crunch a silencio pastoso.
  • Tacto: la mezcla deja de tener aristas y granos; se siente untuosa.
  • Sabor: notas más intensidad porque se libera más aceite.
  • Prueba del “dedo limpio”: si pudieras apoyar la lengua en el paladar y arrastrar, no deberían quedar gránulos marcados.

A mí me funciona pensar: “¿Sabe a almendra o a mantequilla de almendra?” Si está “como mantequilla en la boca”, vas bien. Si todavía “cruje”, aún no.



Tabla rápida “masticadas → textura → qué hacer”

MasticadasTextura percibidaAcción
4–6Trozos grandes, cruje fuerteNo tragues: sigue
10–15Granos visibles, cruje suaveFalta: continúa
20–25Patecita con gránulos finosCasi; 3–5 más
25–30Casi crema, sin crujirAhora sí

Masticar vs. licuar vs. prensado en frío: cuál libera mejor los nutrientes

He probado las tres y, para semillas y frutos duros, así lo veo:

Pro: ideal si haces diario bebidas vegetales o cremas de semillas.

– Contra: inversión inicial y limpieza.

— Seamos realistas: muchas veces ya no hay tiempo para masticar 30 veces cada bocado ni para procesos largos. Si buscas máxima extracción con ahorro de tiempo, es mejor preparar leche vegetal hecha con prensado en frío: sale más fina, más constante y lista para tomar o cocinar.

Repuestos para filtro de agua Rena Ware: cartucho, alojamiento reusable y prefiltro disponibles para comprar online

Masticar bien (20–30×)

Pro: controlas ración, sin equipos, al momento.

Pro: experiencia sensorial y mayor saciedad al ritmo correcto.

– Contra: requiere atención; si vas con prisa, te quedarás corto.

Licuadora

Pro: rápida y versátil (sirve para batidos, salsas, etc.).

Contra (explicado simple):

  1. Corta, no muele de forma homogénea. Las cuchillas “pican” la almendra, pero no la convierten en polvo fino parejo. Quedan microtrocitos duros. Si bebes directo, tragas esos granos sin masticar y parte puede no digerirse bien.
  2. Tamaño desigual por el remolino. Una parte queda casi puré y otra queda en trozos, según dónde caigan las almendras dentro del vaso. Resultado: textura irregular y nutrición menos aprovechada.
  3. Calor por fricción. Si batimos 30–60 s seguidos, la mezcla se calienta y se airea. El calor y el aire pueden empeorar sabor/olor (ligera oxidación) y no hacen que el grano quede más fino.

Si solo tienes licuadora (cómo minimizarlo):

  • Cuela con bolsa de tela/filtro fino y re-procesa la pulpa aparte si quieres más fino.
  • Remoja las almendras 8–12 h y enjuaga: se ablandan y se trituran mejor.
  • Usa pulsos cortos (10–15 s) con pausas para no calentar; agrega agua fría.

Aun con estos trucos usando la licuadora, la tecnología de prensado en frío es mucho mas eficiente extrayendo y cuidando los nutrientes.

Prensado en frío / extracción lenta

Pro (explicado simple y práctico):

  1. Remojo mínimo 8 h. Deja almendras (o ajonjolí) en agua entre 8–12 horas y enjuaga.
  2. Extracción inmediata en la Nutrex Press de Rena Ware. Cargas el depósito y en segundos ocurre la magia: por un lado sale la leche vegetal y por el otro la fibra totalmente seca.
  3. Textura ultra fina y constante. Al trabajar por presión (no cuchillas), rompe bien la pared de fibra y entrega una bebida cremosa y homogénea, ideal para tomar o cocinar.
  4. Sin calor alto (menos fricción): conserva mejor sabor y aroma.
  5. Limpieza fácil y rápida. Piezas pocas y lavado simple: útil para uso diario.
  6. Ahorra tiempo. Si no puedes masticar 20–30× cada bocado, esta es la forma más eficiente de extraer nutrientes con mínima inversión de minutos.

Tips rápidos de uso:

  • Proporción orientativa: 1 taza de almendra remojada : 3–4 tazas de agua (ajusta cremosidad).
  • Si quieres espuma “barista”, cuela con bolsa fina (normalmente casi no hace falta).
  • Guarda en frío 2–3 días en frasco hermético.

¿Quieres leche vegetal con más nutrientes y más fina en menos tiempo? Prueba la Nutrex Press de Rena Ware: prensado en frío, extracción directa (leche por un lado, fibra seca por el otro) y lavado exprés.
👉 Descúbrela aquí: Nutrex Press


Seguridad y excepciones: niños, alergias, molestias digestivas

  • Alergia a frutos secos: evita por completo y consulta.
  • Niños y mayores: riesgo de atragantamiento; usa texturas molidas/cremosas.
  • Molestias digestivas: baja ración, mastica más y prueba remojo (12 h, enjuagar y secar) para suavizar fibras.
  • Medicaciones o condiciones: si tienes pautas médicas específicas, respétalas.

Atajo para gente ocupada: prepara cremas/leches con prensado en frío

Si no te ves contando 30 masticaciones, mi alternativa preferida es usar una prensa en frío. Para mí, la Nutrex Press de Rena Ware no tiene competencia en extracción lenta para semillas y frutos duros: texturas finas, sin calor alto y sin contacto con metal. Perfecta para leches vegetales y pastas donde buscas máxima extracción de nutrientes con mínimo tiempo.

👉 Descúbrela aquí: conoce la Nutrex Press de Rena Ware


Preguntas rápidas sobre masticación de almendras (FAQ)

¿Masticar más “engorda” porque libero más aceite?
No. Libera lo que ya estaba en la almendra. Lo que determina tu balance es la ración.

¿El remojo reduce la necesidad de masticar?
Ayuda a suavizar, pero no sustituye llegar a textura pastosa.

¿Qué pasa si no tengo tiempo?
Tira de prensado en frío o prepara una pasta de almendra casera el fin de semana y usa cucharaditas medidas.

¿Puedo tragar trocitos sin problema?
Puedes, pero desaprovechas parte del valor. Si ves trozos en heces, es señal de que faltó masticación.


Conclusión

Si quieres aprovechar de verdad cada almendra, apóyate en dos cosas: ración consciente (20–25 uds) y textura adecuada.

Entonces, ¿Cuánto hay que masticar una almendra? En mi experiencia, el punto óptimo está en 20–30 masticaciones hasta que la boca te diga “mantequilla”, no “crujiente”. Y si la agenda aprieta, prensado en frío para texturas finas sin calor: rápido, constante y efectivo.